De mano de nuestro querido Roberto Corella y de la compañía de teatro del Colegio de Bachilleres, los asistentes a la Feria del libro 2014 pudimos pasar una excelente tarde recordando que el amor todo lo puede y que todo romance digno debe terminar con por lo menos un par de difuntos.
Bienvenidos sean, estimados lectores, a la primera reseña teatral de este su blog, que es el inicio de una serie que quisiera se extendiera por un buen rato; y no hay mejor mejor manera de comenzar que con una obra presentada por nuestros primos-hermanos de la Compañía: Los juglares del norte. Cabe mencionar desde ahora que me fue una muy grata sorpresa.
Esta obra escrita en el año de 2007 por Roberto Corella se trata de nada mas y nada menos que una nueva y total reinterpretación de las obras clásicas de William Shakespeare, particularmente la mas conocida y querida por ustedes lectores, Romeo y Julieta.
Esta obra escrita en el año de 2007 por Roberto Corella se trata de nada mas y nada menos que una nueva y total reinterpretación de las obras clásicas de William Shakespeare, particularmente la mas conocida y querida por ustedes lectores, Romeo y Julieta.
Lo que a priori me estaba pareciendo una obra más dirigida al publico infantil, rápidamente me cambió de idea presentándonos una mezcla equilibrada de momentos de humor simple y blanco con otros de uno más inteligente y actual; todo entretejido con la historia atemporal de dos jóvenes amantes separados por la rivalidad de sus familias. Puedo ahora asegurar que la propuesta hace gran honor a su clasificación de ''Familiar''; pues, si vas a verla, tanto se reirán tus padres como tú, tus hermanitos, tu abuela y el gato.
La actuación de la Compañía en la presentación del domingo pasado no ha dejado nada que desear, cumpliendo las altas expectativas que yo personalmente tengo para con ellos; destaco también la participación de nuestro coreógrafo-mimo-particular, Manuel Enriquez Rivas, como ''Arlequín'', que resultó ser mi personaje favorito de la obra. (¿Qué? Me gustan los payasos U n U)
Ahora bien, asuntos que no terminaron de convencerme del todo si que los hubo; pero realmente no puedo atribuirlos ni a la dirección ni al staff de la obra si no a la logística de los organizadores del evento: Al momento de la presentación una orquesta afinaba sus instrumentos a pocos metros del lugar, y los ruidos propios de la feria también alteraban la acústica ya de por si precaria del lugar. Esto en ningún momento llegó a romper la experiencia, pero tampoco logró pasar desapercibido.
En conclusión, Los juglares del norte es una obra que sin duda cumple con su propuesta, modernizando -y comedizando- una historia trágica conocida por todos, pero sin llegar nunca a ser corriente; si tienes la oportunidad de verla y llevar a toda tu familia, no dudes en darle una oportunidad; especialmente si la ves con el mismo reparto que nosotros.
